La mujer embarazada debe cuidarse del sol como cualquier persona en cualquier etapa de su vida. “Sin embargo, la embarazada tiene más riesgo de pigmentarse por el cambio hormonal que se produce durante la gestación”, alertó la doctora Ana De Pablo, médica dermatóloga de la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD).
Según apuntó la experta, en el embarazo las mujeres suelen experimentar la pigmentación de ciertas partes del cuerpo, como los pezones, debajo del ombligo, las axilas, el cuello y la cara: “Esta pigmentación puede darse independientemente de la exposición al sol, pero si además se expone al sol, ese riesgo es mucho mayor”, subraya.
Respecto de las manchas en la piel que surgen durante el embarazo, De Pablo explica que éstas pueden desaparecer de forma espontánea tras el parto o después de la lactancia, aunque a veces no desaparecen completamente.
Por eso, la profesional insiste en que la embarazada debe proteger adecuadamente su cuerpo de la exposición solar y, en especial, la cara.
Conviene consultar al obstetra qué tipo de protector solar es el más conveniente y, en caso de ir a la playa, lo mejor es evitar los horarios de mayor intensidad solar (de 11 a 16), mantenerse bajo una sombrilla y utilizar sombrero.