Si bien cada vez más estudios nos demuestran que el café -dentro de los parámetros normales- hace bien al cuerpo, según expertos en alimentación, es recomendable no consumirlo a primeras horas de la mañana.
¿Por qué? Simple. Cuando recién nos levantamos tenemos los niveles de cortisol muy elevados. Esta hormona se libera como respuesta a la escasez de azúcar en sangre y al estrés y está fuertemente relacionada con la fatiga y la ansiedad.
El cortisol sumado a la cafeína genera un efecto mortal, que te despierta al instante, cargando tus energías al 100%, pero a las dos o tres horas baja de golpe y te hace sentir súper cansada.
Por eso, llegaron a la conclusión de que lo ideal es tomar una taza recién a las dos o tres horas después de levantarte, cuando los niveles de cortisol descendieron un poco, para no notar el cambio brusco.
También, hay que tener en cuenta que para lograr un buen descanso a la noche es preferible sumar cafeína hasta seis horas antes de ir a dormir. En caso de que estés acostumbrado a lo contrario y necesites de una infusión, podés recurrir al té negro, verde o rojo.
Dejennnnnnnnnnnnnnnnnnnn de versearrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!