Eduardo Labiano sin cassette

Lo grafica claramente cuando recuerda que del mismo modo que a principios de los noventa, cuando la misma institución que es un pedazo suyo soñó con cambiar el rumbo del fútbol regional buscando una plaza en el Torneo del Interior, esta vez de manera similar y probablemente como premio a más de dos décadas de haber participado ininterrumpidamente, bajo un escenario diferente, las cosas son más o menos parecidas.

Lo que no dice es que también, como ahora, en aquellos años el que partió con la valija era alguien muy cercano a él mismo, al vasco Eduardo Emilio Labiano, probablemente el director técnico más ganador y de mayor permanencia en el fútbol regional, quien hoy también vuelve a dirigir los destinos del primer equipo del Club Deportivo Independiente, por rimar vez en su octogenaria historia, participando en el Torneo Argentino B.

“Lo que no se pudo deportivamente por un penal, un palo, un mal arbitraje, errores nuestros como grupo, finalmente se dio este año”, dijo el vasco con el mismo tono pausado y reflexivo que lo caracteriza, a la vez que subrayó que solamente se acopló un nuevo cuerpo técnico al que ya venía trabajando con la liga local e inferiores del club.

En varios tramos de la charla que mantuvo con los micrófonos de Por Convicción, Labiano sin datos precisos pero con claras alusiones hizo hincapié en una situación nada agradable que le tocó vivir a la institución este año y que como corolario tuvo la partida de cuatro jugadores de gran jerarquía  que le habían dado muchas satisfacciones a este equipo, pero desavenencias con algunos dirigentes hicieron que se tornara imposible la permanencia de ellos en el plantel.

“Una cosa es tener un equipo armado y agregarle dos o tres refuerzos y otra es tener que rearmar toda una estructura, pero confío en que se irá haciendo camino al andar y el equipo irá apareciendo, nos costará más o menos, pero eso depende de la química que exista”, afirmó, augurando que sobre el mes de enero se podría contar con algún refuerzo.

Aunque Labiano no lo diga, es real que en lo futbolístico al menos se extrañarán, sobre todo en la instancia que deberá enfrentar el plantel a hombres como Benítez, los Sandoval, Brandoni o Tunessi, algunos de los que protagonizaron la sangría de la que hablaba el técnico.

Pero, entre trascendidos y deseos de algunos dirigentes y simpatizantes, alguno de ellos podría, si se superaran las diferencias, volver a ser de la partida en la segunda rueda, sobre fin de año que es cuando se terminan los préstamos, y así dar una mano en la institución que los vio nacer y les dio las armas para que sigan su carrera en un largo intercambio de triunfos, sinsabores y muchas alegrías.

Cuando algunos especulan con que el piso de un equipo para participar en este torneo, el cuarto en el nivel nacional, debería ser de unos 40 mil pesos mensuales, fuentes confiables indicaron que en este caso sería de más o menos la mitad.

“No vamos a hipotecar el club y por eso no estaremos a la altura de otros clubes que tienen una alternativa económica que nosotros no tenemos (puso como ejemplo al deportivo Roca, Pico FC, y otros), pero con el apoyo de la gente del club, del comercio local, de la provincia y el municipio, vamos a hacer nuestro trabajo honradamente”, expresó el técnico, de gesto adusto, siempre serio y pensativo.

“Más allá que en la cancha somos 11 contra 11, no podemos cambiar ficha por ficha, no tenemos la cantidad de jugadores que tiene otros clubes, el tiempo nos devoró porque fuimos los últimos invitados, pero debemos reponernos con la velocidad necesaria para irnos con una cajita de esperanza a juntar los puntos que podamos”, agregó.

Como varios presagiaban, no le fue fácil a los dirigentes poder reclutar jugadores locales que tienen el nivel necesario para esta instancia, ya que son conocidas las discusiones interinstitucionales dentro de la liga local.

“Con dolor debo decir que lamento que algunos préstamos de jugadores locales no se hayan podido concretar porque cuando este club debió por estar jugadores lo hizo sin inconvenientes, pero en la vuelta es diferente”, dijo Labiano al respecto.

En ese mismo instante se podía imaginar en el aire que casi automáticamente muchos de los que saben las internas repasaron la situación que se dio con Gastón Cancina, un volante de ataque, carrilero, con mucha potencia y gol.

Según se supo extraoficialmente, cuando se fue de Independiente a Bella Vista de Bahía Blanca el club local no recibió dinero alguno y para su regreso sí debió abonar una suma al club Atlético de Río Colorado, donde militó este pasado campeonato, presuntamente en virtud de negociaciones entre estos últimos que no habían quedado cerradas.

“Puedo entender que algunos cuiden su patrimonio y hasta estén especulando con que van a poder competir en el Argentino C, pero también es cierto que aún no se dieron cuenta muchos que este es un momento histórico y que el fútbol local dio un vuelco en positivo muy importante”, amplió Labiano.

Este hombre reconocido por su constancia y entrega en fútbol de la región, generador de grandes reconocimientos y también de eternos enconos en su derrotero dentro del club de sus amores, había dejado su lugar en el banco de suplentes por haber defendido a muerte su postura y con ello vivir serios enfrentamientos.

“Yo tengo 60 años, tuve problemas de índole reglamentario con algunos árbitros (a nivel local) y eso me ha coartado las ganas de estar en el lugar que quisiera y las cosas se hacen a fondo o no se hacen, y esta vez creo que puedo hacerlo”, explicó ante este nuevo escenario.

Sin embargo Eduardo, quien casualmente el día del debut será el mismo en que recordará un fuerte golpe que corresponde al terreno personal, no pudo dejar de mostrar su dolor, en una de esas, por no poder contar con aquellos pibes que vio crecer, aquellos hombres con los que se dispusieron a hacer historia y que dejaron algo escrito en algún paredón del club.

“Me entusiasma estar con los jugadores, dar una mano, es una vocación con la que me voy a  morir y será cerquita de una cancha y me da mucha tristeza que dirigentes, ex jugadores, jugadores jóvenes con quienes hemos podido lograr este objetivo, hoy no lo podamos compartir”, dijo.

“También confío en que la vida pasa y el tiempo cura heridas y en algún momento, ojalá sea pronto, todos seremos protagonistas de esta historia”, concluyó. (RIOCOLORADONOTICIAS)

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