so fue lo que declararon los profesionales que arribaron a la chacra de los Soria el 1 de enero cuando alrededor de las 4.00 horas salieron del Hospital López Lima a un urgente pedido de ambulancia. El doctor Ramiro Saffini, el enfermero Santiago Pagano y un chofer acudieron sin tener referencias sobre lo que había ocurrido. Sospecharon la gravedad de la situación cuando lo esperaban móviles policiales para acompañarlos. “La puerta estaba abierta, en la cama había una persona, desnuda, estaba pálido, no tenía signos vitales”, expresó en la audiencia el doctor Saffini. “Estaba Martín Soria, lo subimos en la ambulancia y comenzamos las tareas de reanimación, todo el camino. Llegamos a las 4,30 horas, había pedido que estuviera todo el equipo, el Shock room, intentamos reanimarlo durante 40 o 45 minutos, después decidimos dar por finalizadas las maniobras porque no hubo ningún tipo de respuesta, en ningún momento tuvimos resultados positivos.”, relató el médico que fue en auxilio del gobernador Soria. Consultado, explicó que trabajaba en la Guardia Central del Hospital, que tenía hecho un Curso Traumatológico ATLS y que atendió muchos casos de heridas de bala en sus guardias y dos de la gravedad que nos ocupa.
“No tiene pulso, lo llevamos Santiago”
A su turno, el enfermero Santiago Pagano expresó: “Lo primero que vi fue a Martín Soria, pidiendo ayuda. “Mi papá tiene un tiro en la cara”, le dijo. A los segundos, el médico dice que no tiene pulso. Bajamos la camilla, Martín, el médico y el chofer lo subimos a la ambulancia, pedí que nos custodien hasta el Hospital para hacer más rápido.
Comenzamos las maniobras de reanimación, yo le hacía masajes y el médico lo ventilaba. Alertamos que llevábamos un herido de bala a la médica terapista. Hicimos todas las maniobras, no se lo pudo reanimar y luego la médica determina dejar las maniobras, más de media hora.”, relató Pagano al Tribunal.
“Fuimos los últimos en llegar, el clima era tenso por la relación entre Carlos y Susana”
Comenzó su testimonio Victoria Argañaráz, nuera del matrimonio Soria y esposa de Carlos (Hijo). “Hace un tiempo y cada vez con más intensidad discutían, peleaban mucho, era una situación incómoda, peleaban por todo, por trabajo, por política, por celos, por lo que hacía o decía.”, siguió relatando Victoria.
Los conoce desde hace catorce años, “era obsesiva con Carlos, todo el tiempo, le dije que tendría que tener un proyecto propio de vida, más allá de su marido. Todas sus decisiones giraban alrededor de los que hacía Carlos. “Tengo sesenta años, que querés que haga”, le respondió. “Como yo trabajaba con Carlos en los últimos ocho años, creo que no confiaba tanto, era más con Leyla. Perseguirlo, llamarme por teléfono para conocer la agenda donde iba. A partir de una llamada o mensaje de texto que leyó tuvo una crisis, esto se repitió varias veces. Hubo alguno que decía: “Te vi en el acto, que lindo te queda el traje”. Recibía muchos mensajes.”, siguió contando la nuera de Susana Freydoz.
Refiriéndose a la noche trágica propiamente dicha dijo a los jueces: “Estaba como exaltada, pensé que estaba más trastornada que nunca, más pendiente de lo que él hacía, atenta a todo lo que hacía. Noté que había tomado más que de costumbre. Agarró una copa de Daikiri y la tomó, después otra. El estado era como de una copa de más. Más alcoholizada que otras veces, así no se comportaba. Estaba sacadísima porque había cortado el pernil más grueso. Nos quedamos las mujeres solas, nos empezó a contar sobre los gatos, como le decía a las mujeres jóvenes, más ofensiva en su crítica, estaba insoportable. Tomó vino blanco, como siempre, tomó champagne. No noté que no hubieran brindado.”, detalló Victoria Argañaráz.
A las 3.30 horas se fueron. Cuando les llegó la información fue confusa, no sabían que había pasado, después se enteró lo que había sucedido.
Más tarde, volvió a la chacra: “Susana no era Susana, estaba llorando, balbuceaba: Qué hice. Llegó Carlitos y la miró con una mirada horrible.”
Con relación a los celos, Victoria le respondió a los jueces: “¿Había algo de verdad? Lo hablé con Carlos y él me dijo que no, lo hablé en otras oportunidades. Me decía que lo estaba volviendo loco, yo sé lo que les digo, esto va a terminar mal, está loca. Pensé, para mí, que era la clásica posición machista poniendo a la mujer como loca. Él no se hacía cargo de lo que sucedía en la relación matrimonial, tenía como una intención expresa de que los hijos se hagan cargo.” Siguió declarando: “Yo escuchaba comentarios de todo tipo pero no les di importancia. No constaté que fueran cierto.”
Explicó que Susana Freydoz “No podía manejar lo que pasaba.” “Yo entiendo lo que decís pero no me sale otra cosa”, le decía Susana a su nuera. “Hablamos de separación, no podía separarse. En este sentido era débil, en el resto es una de las mujeres más fuertes que conozco. No tenía miedo de decir lo que pensaba y le interesaba convencer a los demás de lo que ella pensaba. No era flexible y no muy tolerante. “La garra alemana”, decía Carlos.”, afirmó Victoria al Tribunal.
El último testimonio público de la tercera jornada fue el del padre de Victoria Argañaráz que acompañó a su hija a la chacra luego de los sucesos. No entró a la vivienda, no vio a Susana Freydoz y poco pudo aportar al Tribunal.
El cierre de la jornada estuvo con el testimonio de Germán Soria, el último de los hijos del matrimonio Soria que faltaba concurrir a dar se declaración. Como ya estaba decidido a partir del pedido de los hijos, la audiencia de Germán fue a puertas cerradas.
La cuarta jornada será la de los allegados al matrimonio Soria y de Susana Freydoz. El lunes 22 concurrirán a prestar declaración: Elena Cristina Pereyra, Edgardo Peacock, Stella Maris Bonet, Elsa Romagnoli y Lidia Fuentes.