La reciente decisión de trasladar la planta de gas natural licuado (GNL) de Bahía Blanca a Punta Colorada ha revelado un amplio “plan canje” entre el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, y el gobierno nacional encabezado por Javier Milei. Este acuerdo abarca no solo la mudanza de la planta, sino también varios compromisos políticos y legales.
Uno de los detalles más destacados del acuerdo es el apoyo de Weretilneck a la candidatura de Ariel Lijo para la Corte Suprema de Justicia, una firme intención del gobierno nacional. En una reciente entrevista publicada por el diario Clarín, el gobernador de Río Negro abordó la nominación del juez federal, afirmando que “un punto a discutir es el aspecto de género, que es un tema para nosotros importante y también la cuestión del federalismo”.
Weretilneck señaló: “Nosotros no tenemos problema con ninguna de las dos candidaturas”, refiriéndose tanto a Lijo como a Manuel García-Mansilla como posibles miembros de la Corte Suprema.
Ante las preocupaciones ambientales sobre el impacto de la planta en la población de ballenas en la región, Weretilneck fue claro en su postura. Comparó la situación con Puerto Madryn, diciendo: “Puerto Madryn funciona con yates, con cruceros y Aluar, y está lleno de ballenas. Y el puerto nuestro de San Antonio funciona y no hemos tenido ningún incidente con ballenas”. Esta declaración busca tranquilizar a quienes temen por el impacto ambiental de la nueva planta de GNL en Punta Colorada.
Ley Bases y el Pacto de Mayo
Además del apoyo a la candidatura de Lijo, el plan canje incluye compromisos legales y políticos, como la implementación de la Ley Bases y el Pacto de Mayo. Estos acuerdos son fundamentales para la concreción del traslado de la planta de GNL y reflejan una colaboración estrecha entre el gobierno provincial y el nacional.
Reacciones y Análisis
Este movimiento ha generado diversas reacciones en la escena política y social. La colaboración entre el gobierno de Río Negro y el nacional es vista como un ejemplo de cómo se pueden negociar y obtener beneficios mutuos a través de acuerdos estratégicos. Sin embargo, también hay críticas y preocupaciones, especialmente en torno a las implicaciones ambientales y los posibles impactos sobre la fauna marina.
En una nota publicada por el diario La Nación, se destacó la relevancia de esta mudanza para la economía local y nacional. La nueva ubicación en Punta Colorada promete aprovechar las ventajas logísticas y ambientales de la región, potenciando la industria del GNL en Argentina.
El traslado de la planta de GNL de Bahía Blanca a Punta Colorada es un reflejo de un complejo entramado de acuerdos políticos y estratégicos entre el gobernador de Río Negro y el gobierno nacional. Con apoyos políticos clave y promesas de protección ambiental, esta mudanza promete ser un hito en la industria energética del país. Sin embargo, el éxito de esta iniciativa dependerá de la capacidad de las partes involucradas para cumplir con los compromisos asumidos y abordar las preocupaciones planteadas por diversos sectores de la sociedad.