(NOTI-RIO) El gremio municipal de ATE (Asociación Trabajadores del Estado) ha escalado su conflicto con el municipio de Río Colorado, iniciando desde hoy miércoles un paro de 48 horas que afecta todos los servicios que presta la comuna, a excepción de la parte administrativa. La medida incluye la toma del corralón municipal, lo que ha paralizado completamente las tareas operativas. Esta acción se suma a una semana previa de retención de servicios, durante la cual ATE ya había demostrado su descontento sin obtener respuesta por parte del Ejecutivo local.
El reclamo principal del gremio es la recategorización de los trabajadores municipales, un proceso que exigen se implemente de manera urgente y que, según ellos, ha sido postergado por la administración. En caso de no recibir una respuesta en las próximas horas, ATE no descarta endurecer aún más las medidas, con la posibilidad de movilizarse hacia el edificio central del municipio, donde la semana pasada se vivió un momento de tensión en pleno mediodía.
El gremio también ha lanzado una advertencia contundente: si el gobierno municipal no abre el diálogo y no accede a los reclamos, harán públicos los nombres de los trabajadores que, según afirman, han obtenido mejoras laborales mediante “vínculos políticos” o conexiones con funcionarios municipales. Fuentes cercanas al gremio indicaron a NOTI-RIO que divulgarán los listados para que la comunidad conozca quiénes han sido favorecidos y qué tipo de relación tienen con la dirigencia política local.
Este conflicto marca el primer paro gremial importante que enfrenta la gestión del intendente Duilio Minieri, quien asumió hace nueve meses. Hasta este momento, los tres gremios municipales habían mantenido una relación fluida con el Ejecutivo, herencia de la gestión anterior de Gustavo San Román. No obstante, las tensiones internas en ATE, especialmente por las recategorizaciones individuales obtenidas por algunos de sus miembros, han generado un profundo malestar entre el resto de los afiliados y desataron este conflicto.
El acompañamiento a las medidas por parte de los trabajadores ha sido masivo, y el enojo con el ejecutivo municipal es palpable, ya que acusan a las autoridades de minimizar la gravedad del conflicto. Con la amenaza de exponer los nombres de los beneficiados y la paralización de los servicios municipales, la situación en Río Colorado es cada vez más tensa.