El renacer del vinilo: Nostalgia y autenticidad en tiempos modernos”

(NOTI-RIO) En un mundo cada vez más digital y efímero, donde el tiempo avanza vertiginosamente, el regreso de los vinilos nos ofrece una bocanada de nostalgia y autenticidad. Tocar y ver estos discos es sumergirse en los perfectos surcos llenos de historia y melodía, y admirar el arte en cada portada. Los vinilos no solo reproducen música, sino que nos conectan con una era en la que cada nota y cada verso se escuchaban con reverencia y paciencia.

Volver a poner una aguja sobre un vinilo es más que un acto mecánico; para muchos, es un ritual que invita a detener el tiempo y redescubrir la magia de los sonidos cálidos y profundos que solo el vinilo puede ofrecer. Con el tiempo necesario para disfrutar el momento, se puede sentir la magia en cada vuelta del disco, reviviendo un pasado vibrante en un presente que anhela la calidez y la textura de lo analógico.

Así, los vinilos no solo regresan a las estanterías, sino también a nuestros corazones, recordándonos que la música, como la vida, se disfruta mejor sin prisas y con todos los sentidos.

En Río Colorado, un grupo de nostálgicos se reúne ocasionalmente para intercambiar vinilos, recomendar sitios donde adquirirlos y buscar información sobre las colecciones que salen a la venta, hasta recordar trayectorias de los artistas. Esta pasión los llevó a organizar la primera feria de vinilos en la localidad. Más de 700 discos de colección, de todos los géneros, se expusieron para el deleite de muchos y el asombro de los más jóvenes, quienes, por primera vez, sostenían en sus manos una “reliquia” que guardaba sonidos inimaginables.

Desde hace más de 11 años, Rodolfo Price forma parte de una feria de música y literatura en Bahía Blanca que recorre gran parte del país y es conocida en localidades como Roca, Neuquén, La Pampa, Bariloche y Centenario. Con orgullo y emoción, Rodolfo habla sobre el vinilo y su historia: “El disco no solo gira una rueda y saca música, es mucho más que eso. Detrás de cada vinilo hay toda una forma de expresión, de ideología, de comunicación a través del tiempo. Cada artista y cada obra están situados en un contexto político, económico y social.”

“También son parte de una época que mostraba lo que pasaba, hay música, hay letras y hasta maneras de vestirse y peinarse que son actores. El vinilo tiene todo eso, además de ser movimientos sociales.”

Rodolfo reseña que el formato original en la historia nace a partir de los años 50, posterior a los discos de pasta, y se extendieron hasta 1992, cuando salieron los últimos con una tirada muy pequeña y se cerró la fábrica en Argentina. “Hoy escuchar música en un vinilo es todo un ritual y cada 22 minutos, después de disfrutar tu artista preferido, o das vuelta el disco o pones otro.”

La modernidad parecía haber relegado los vinilos al olvido con la aparición de los cassettes a fines de los 70, los discos compactos en los 80 y 90, y los cambios tecnológicos como el MP3, YouTube y Spotify. Sin embargo, algunas personas resistieron este avance y mantuvieron vivos los LPs, conservando un sonido especial que ninguna tecnología ha superado. Este renacimiento ha sido impulsado por coleccionistas apasionados por los discos que giran a 33 rpm, quienes disfrutan no solo de la música, sino también del arte de sus portadas y sobres, ajados por los años.

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