Los alfajores son los productos que más espacio ocupan en el kiosco y el producto que más ha crecido en los últimos años. Tiene que ver con que están en la categoría de “alimento”, porque en algunos casos pueden funcionar como desayuno o merienda, y con que los hay para todas los gustos, edades y bolsillos.
Así lo explicó Ricardo Lorenzo, gerente de gestión de la Asociación de Distribuidores de Golosinas y Afines (ADGYA), en el marco de la nueva edición de El Mundo de las Golosinas, el encuentro anual de negocios del sector.
A esta información, Hernán Brizuela, jefe de mercado nacional de la firma Cachafaz, agregó una precisión: “En la Argentina, se venden 6 millones de alfajores por día”.
Según aseguró Lorenzo, “el adulto tiende a comprar chocolates y productos de más valor, pero los alfajores se venden indistintamente entre grandes y chicos”.
Santiago Serra, director de Regionar Group, organizadora de la exposición (que se extiende hasta mañana, de 14 a 21, en el pabellón 6 de Costa Salguero), reforzó: “Hay presentaciones de alfajores pensadas para cada segmento etario y hay precios para todos: van de 1,5 pesos hasta 7, que son los premium”.
El gerente de ADGYA detalló, además, que “a pesar de que el alfajor tiene la limitación de su vida útil, se ha mejorado mucho y eso permite la exportación, aunque la golosina argentina que más se exporta es el caramelo”.
Brizuela, de Cachafaz, contó que ese alfajor está entrando en los mercados estadounidense y brasileño y hasta en el chino. Para él, “una de las claves es que no se escatima en el dulce de leche, en el tamaño o en la calidad”, y subrayó: “No usamos aceite hidrogenado para el chocolate, que sería algo que taparía las arterias; usamos chocolate puro. Y ahora agregamos galletitas 100% integrales”.
Martín Nastrun, jefe de producto de la categoría “chocolate” de Georgalos, coincidió con esa idea: “Si bien la gente se acerca al kiosco por un impulso, las compras de los más grandes cada vez se asocian más a la salud. Compran productos con poco azúcar, o sin grasas trans, porque los consumidores están más informada. Nosotros tenemos una línea de chocolates sin azúcar, que el año pasado tuvo un crecimiento tremendo”, dijo.
Consultado sobre los productos que cuidan la salud, Lorenzo agregó que “en los adultos, se nota una tendencia creciente a lo light, a cuidarse. Pero, en general, la golosina, cualquiera sea, es la gratificación más económica que existe. Si bien existe el preconcepto de que son productos que compran los niños, hay para todas las edades”.
Sobre los consumos, los especialistas del sector aseguran que el consumo de galletitas en la Argentina se encuentra entre los más altos del mundo, y se calcula un promedio anual de poco más de 10 kilos por habitante, sin distinción entre galletitas dulces y saladas.
Respecto de las golosinas, el cálculo de las empresas indica que se consumen, en promedio, cerca de 5 kilos por persona al año. Con todo, no son las reinas del kioscos y siguen disputándoselo con los cigarrillos.
A pesar de las campañas de concientización y la disminución en la venta de tabaco, Lorenzo aseguró que, sin embargo, “sigue siendo un enganche: la mitad de la facturación de un kiosco es de los cigarrillos”.