La mujer de Río Colorado que fue atropellada y abandonada: la Justicia le dio la razón

(NOTI-RIO) Era una tarde de verano cuando, una mujer de años, caminaba junto a su cuñada y sus sobrinos por la calle Rodríguez Peña, en una zona sin veredas de la ciudad.

Lo que debía ser un paseo familiar se convirtió en una tragedia: una camioneta Chevrolet S10, que circulaba a alta velocidad y zigzagueando con una carga de melones y sandías, la embistió brutalmente por la espalda. Lejos de detenerse, el conductor se dio a la fuga sin prestar asistencia.

Como consecuencia del impacto, la mujer sufrió fractura de pelvis y traumatismos múltiples. Fue trasladada de urgencia y comenzó un largo proceso de rehabilitación que la obligó a desplazarse durante meses en silla de ruedas. Las secuelas físicas se sumaron a un profundo daño emocional, que incluyó ansiedad, miedo y una persistente sensación de impotencia.

El caso fue llevado a la Justicia por la propia damnificada, quien, además de enfrentarse a un proceso médico doloroso y complejo, debió luchar para que su verdad fuera escuchada. El fallo reciente del fuero Civil marcó un precedente: se condenó tanto al conductor del vehículo como a su compañía aseguradora a indemnizarla de forma integral por los daños físicos, psicológicos, morales y económicos que le provocó el siniestro.

Una versión insólita e inverosímil

El conductor, al momento de declarar, sostuvo que no se había dado cuenta del atropello. Alegó que el sol de frente le impidió ver con claridad, y que al sentir un golpe en el vehículo creyó que se trataba de un melón que se había soltado de la carga y había impactado contra el portón trasero. Además, intentó responsabilizar parcialmente a la víctima, afirmando que caminaba sobre la calzada debido a la falta de veredas.

Sin embargo, el tribunal fue contundente. Tras analizar los elementos probatorios y descartar la supuesta eximente de responsabilidad por parte de la damnificada, concluyó que la maniobra del conductor fue imprudente y temeraria, y que el hecho de huir sin asistir a la víctima agravó la situación.

La sentencia: justicia para una víctima olvidada

La resolución judicial consideró plenamente acreditados los daños físicos y las secuelas psicológicas que sufrió la mujer. También se reconocieron los gastos médicos, el perjuicio laboral por no poder retomar sus actividades habituales, y el impacto emocional que aún la acompaña.

La aseguradora fue citada en garantía y condenada junto al conductor a responder solidariamente por el monto total de la indemnización. El fallo no sólo otorga un resarcimiento económico, sino que representa una reivindicación moral para la víctima, cuya historia podría haber quedado silenciada bajo el peso de la negligencia y el olvido.

Este caso subraya la importancia de la responsabilidad vial y el respeto por la vida humana. Cualquier persona que sea testigo o víctima de un hecho similar puede comunicarse con las autoridades locales o con organizaciones de asistencia a víctimas.

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