
(NOTI-RIO) Por primera vez, las provincias de Río Negro y Neuquén lograron el reconocimiento formal como propietarias de sus recursos hídricos. El acuerdo con el Gobierno Nacional redefine el modelo de concesiones hidroeléctricas, garantiza mayores ingresos y proyecta un horizonte de inversión, seguridad y crecimiento para la región norpatagónica.
Tras décadas de reclamos y negociaciones, Río Negro y Neuquén alcanzaron un hito histórico en la gestión de sus recursos naturales: el reconocimiento oficial de la propiedad provincial sobre los cursos de agua que alimentan las principales represas del Comahue. El nuevo esquema establece condiciones más beneficiosas para las provincias, no solo en términos económicos, sino también en materia de control, planificación e inversión en infraestructura crítica.
El acuerdo con Nación redefine las reglas de licitación de los complejos hidroeléctricos Alicurá, El Chocón, Cerros Colorados y Piedra del Águila. A partir de ahora, los contratos contemplan una serie de cambios estructurales que modifican de raíz el esquema que rigió durante más de tres décadas.
Unidad política y federalismo energético
“Este es un triunfo de la unidad norpatagónica”, afirmaron los gobernadores Alberto Weretilneck (Río Negro) y Rolando Figueroa (Neuquén), quienes firmaron el acuerdo con el respaldo de equipos técnicos y jurídicos de ambas provincias. El entendimiento es, según destacaron, el fruto de meses de trabajo conjunto, diálogo político y firmeza en la defensa de los intereses regionales.
El documento rubricado no solo subsana omisiones históricas del anterior régimen concesional, sino que refuerza el rol de las provincias como actores fundamentales en la gestión de los recursos estratégicos que generan para el país.
Claves del nuevo modelo
Los aspectos centrales del acuerdo giran en torno a tres ejes: mayor previsibilidad económica, fortalecimiento institucional de las provincias y compromiso con la seguridad hídrica en las cuencas.
Entre los puntos más relevantes se destacan:
- El precio de la energía vendida a Cammesa se establece en dólares estadounidenses. Esta medida otorga estabilidad a los ingresos provinciales y facilita la proyección de inversiones a mediano y largo plazo.
- Las concesionarias dispondrán de un porcentaje creciente de energía de libre disponibilidad para comercializar en el mercado. Esto incrementará, año tras año, los ingresos por regalías y cánones que reciben Río Negro y Neuquén.
- Las regalías hidroeléctricas se calcularán sobre el total de los ingresos percibidos por las empresas operadoras, incorporando conceptos que antes quedaban fuera del esquema de liquidación, como la potencia base, la energía operada o la regulación de frecuencia.
- Las provincias tendrán la opción de cobrar sus regalías en especie, es decir, en energía eléctrica física. Esto les permitirá destinarla al consumo interno, revenderla o promover actividades productivas.
- Se incorpora por primera vez un canon por el uso del recurso hídrico, lo que representa un ingreso nuevo y significativo para ambas provincias.
- Las concesionarias estarán obligadas a obtener información hidrometeorológica de las cuencas y contribuir a su financiamiento, mejorando así la planificación hídrica regional.
Fondos y obras de seguridad
El acuerdo también contempla la creación de un fondo específico para obras de protección. Un porcentaje de los ingresos obtenidos por Nación en las licitaciones será destinado a obras definidas por la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC), con participación directa de las provincias.
Asimismo, se establece un plazo de hasta 24 meses para la realización de estudios técnicos que definan las obras necesarias para garantizar la seguridad estructural de las represas ante la máxima crecida probable. Esta medida apunta a cumplir con un fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación dictado en 2009, que aún estaba pendiente de implementación.
Un nuevo paradigma energético
El entendimiento alcanzado representa un cambio de paradigma. Ya no se trata solo de generar energía para abastecer al sistema nacional, sino de garantizar que esa producción se traduzca en beneficios tangibles para las provincias donde se produce.
“Este acuerdo demuestra que cuando las provincias trabajamos en forma mancomunada, con firmeza y sin ceder en lo que nos corresponde, podemos transformar nuestros reclamos en hechos y beneficios concretos”, aseguraron los gobernadores.
Con estas nuevas reglas, las represas del Comahue no solo seguirán generando electricidad: se convierten en herramientas para impulsar el desarrollo, el empleo y la producción de Río Negro, Neuquén y toda la Patagonia.

