El Senado pasó a cuarto intermedio hasta el lunes de la próxima semana y, de esta manera, el oficialismo no logró conseguir el dictamen de mayoría de la ley de Bases y el paquete fiscal. La senadora rionegrina (JSRN) Mónica Silva, expresó su rechazo a la reinplantación del Impuesto a las Ganancias y pidió que las provincias coparticipen el impuesto al crédito y débitos bancarios y el impuesto al cheque.
Hubo fuertes cuestionamientos de bloques aliados que dejaron entrever un sinfín de modificaciones en capítulos clave: Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI), Ganancias, nuevo blanqueo de capitales, moratoria, reforma laboral, etc.
La senadora rinegrina, de Juntos Somos Río Negro, Mónica Silva, durante su exposición, planteó su rechazo a la reinplantación del Impuesto a las Ganancias y explicó qué significa para las provincias patagónicas fijar los mínimos no imponibles, porque los salarios no son ganancias.
Destacó las situaciones de vida de la región sur con grandes distancias, poca densidad poblaciones y con elevado costo de vida, que hacen que esos sueldos alcanzan solo para vivir y afectan a trabajadores de la actividad privada y en el Estado a docentes y personal de salud.
Indicó que se trata de un impuesto regresivo «que directamente va a disminuir los salarios», al tiempo que destacó que «el diálogo con los gobernadores aún no prosperó».
La participación de la senadora rionegrina fue muy activa y concentró las miradas de quienes sacan cuentas en el oficialismo para votar a la Ley Bases, ya que la definición de los representantes de la Patagonia es observada con atención.
Cuando le consultaron a Silva, si votaría con el gobierno como lo hizo en la cámara baja, el diputado Agustín Domingo, tomó distancia del barilochense y reiteró que «aún no tiene decidido su voto».
Mónica Silva también pidió en la reunión de comisiones del Senado tratar un proyecto de los gobernadores de Chubut, Agustín Torres y de Río Negro, Alberto Weretilneck, para que las provincias coparticipen el impuesto a los créditos y débitos bancarios, que «hoy se lo queda todo Nación y no lo distribuye».
También reclamó coparticipar el impuesto al cheque y describió la difícil situación en que viven las provincias, donde los recursos que gira Nación, tuvieron una «estrepitosa caída», cuando además los gobiernos tuvieron que tomar a su cargo la sustitución de esos fondos y de los sistemas sociales también abandonados por el gobierno de Milei.