(NOTI-RIO) La entrada de mercaderías de origen animal y vegetal hacia el sur del río Colorado por la Ruta 22 quedó totalmente liberada ayer en horas del mediodía por el paro dispuesto por empleados del Senasa nucleados en ATE, poniendo una vez más en serio riesgo el estatus sanitario ganadero y los avances logrados en materia de control de plagas en fruticultura en la región valletana.
En desacuerdo por las medidas adoptadas por el Ministro de Agroindustria de Río Negro Marcelo Martín, de instruirá a la policía local a realizar los controles sanitarios, los barreritas afiliados al gremio de ATE profundizaron las medidas de fuerzas, tomaron los puestos para protestar y levantaron totalmente todo los controles de ingresos y egreso tanto zoo como fitosanitarios en la provincias de Río Negro y en el resto de las provincias.
La magnitud de la decisión de la protesta deja a la deriva el estatus sanitario de la Patagonia que busca defender los gobiernos al sur del Colorado y desde el gobierno no descarta la posible intervención de Gendarmería se la medida de fuerza se extiende y en las próximas horas no llega una solución.
La determinación del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la provincia se suplantar al personal de SENASA que se encuentra protestando por personal policial apenas pudo cumplirse por 18 horas y desde ayer (jueves) desde el mediodía todo los pasos quedaron libres para el transito sin que tengan inspecciones de ningún tipo.
Además desde la comuna no enviará a los controles personales de inspectoria o bromatología para colaborar con la fuerza policial debida que aun existe un paro del personal municipal afiliado a ATE y evitar que el conflicto se acreciente.
Martín había manifestado que “Se intervino en el puesto de Río Colorado con personal policial para evitar que quede sin control la barrera, además existieron contacto con autoridades de la provincia de Buenos Aires y nacionales para instrumentar estas medidas provisorias y resguardar la barrera sanitaria”.
Durante la mañana de ayer (jueves) desde las 10 de la mañana los trabajadores que se encuentra de paro, “tomaron” en puesto de control para manifestarse, “obligando” a los efectivos policiales a instalarse frente a la caminera para llevar adelante algunos controles sobre la ruta nacional 22.
Las tareas se mantuvieron solamente hasta el mediodía, posteriormente todo quedó liberado para el ingreso y egreso de todos los transportes sin restricciones con mercaderías.
El paro total durante 10 días de los trabajadores del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) nucleados en la Asociación Trabajadores del Estado (ATE). Además del levantamiento total de las barreras sanitarias en Río Colorado, se tomó el edificio de la Regional Patagonia Norte en General Roca.
“Se está demostrando que gestión del Ministro Martín es precaria y hasta inexistente a quien solo le interesa tapar los problemas y no brindar soluciones concretas de fondo para los trabajadores”, señaló Walter Wertmuller, Delegado en Río Colorado de ATE SENASA que no descartó de tomar medidas más drásticas si se cumple la amenaza del gobierno con la llegada de Gendarmería y si las respuestas que se está exigiendo desde el sector.
Según informaron del el gremio de ATE la adhesión a la protesta en masiva y se quitaron todos los controles en la gran mayoría de los puestos a lo largo y ancho del País.
Paradójico: lo que no pudo La Pampa, lo hizo ATE
Miles de kilos de carne provenientes del norte del río Colorado pasaron en las últimas 24 horas al mercado patagónico sin ningún tipo de control.
Insólito.
El Estado, que debiera ser responsable del resguardo de la sanidad de la región, no tuvo reacción frente a este nuevo reclamo. Peor aún: los pocos efectivos policiales establecidos en los puestos sanitarios por orden del Ministerio de Agricultura de Río Negro fueron desplazados por los gremialistas de ATE. Literalmente, es una zona liberada.
Es importante preguntarse cómo un gobierno puede perder el control de las estratégicas barreras sanitarias y no contar con el apoyo de las fuerzas públicas para ello. La amenaza de Viedma de enviar la Gendarmería Nacional al lugar es una forma de desligarse del problema, tercerizarlo y evitar confrontar con el gremio.
La política vuelve a eludir sus responsabilidades. Y en el medio del conflicto la actividad ganadera de la región queda expuesta a perder un estatus sanitario clave para su desarrollo.








