Saiz-Mendioroz, reencuentro para perfilar una imagen de renovación

“Una imagen muy fuerte de renovación”.

Ese fue el concepto en el que coincidieron ayer Miguel Saiz y Bautista Mendioroz, que empezaron a pulir un acuerdo para llegar juntos a las internas radicales del 16 de noviembre.

La presidenta de la UCR rionegrina, María Inés García, fue anfitriona en su casa de Roca para el encuentro entre los dirigentes que fueron fórmula ganadora en el 2007, pero que cuatro años después transitaron caminos opuestos y cruzaron duras críticas.

Hace poco menos de dos meses se habían visto por última vez y en las últimas semanas hablaron por teléfono varias veces. “Una relación formal. Ni antes mala, ni ahora buenísima”, resumió Saiz anoche.

Lo importante -destacó el exgobernador- es el interés común por reorganizar internamente al radicalismo y proyectar luego el proceso electoral para el 2015.

Leonardo Ballester o Jorge López. Entre el legislador provincial y el titular del comité de Cinco Saltos se definirá el candidato a presidente de la UCR rionegrina que impulsarán Saiz y Mendioroz.

Ambos responden a esa imagen de cambio que se pretende, que no está relacionada con la edad sino con el protagonismo durante los últimos años en la vida partidaria.

“Podés tener 50 años, pero no haber estado en la conducción. Creemos que es el momento de poner el partido en esas manos”, sostuvo Saiz en diálogo con “Río Negro”.

El exmandatario -de la misma forma que lo expresaron intendentes y legisladores que el viernes pasado escucharon en Viedma a los postulantes a la presidencia- aspira a una lista de unidad. Sin embargo, cree que esa coincidencia total será difícil de alcanzar, a partir de la convicción que muestra el exgobernador Horacio Massaccesi de presentarse a las internas para conducir el partido.

“Liderazgo, unidad, transición, renovación” son los cuatro ejes con los que inició Massaccesi la campaña de su agrupación Proyecto Río Negro.

“La falencia más grande es subjetiva, política. La crisis se refleja en la ausencia de un rumbo, sin una estrategia para detener la decadencia, sin conducción producto de la prolongada ausencia de un mínimo liderazgo”, expresa un documento del exgobernador.

Y agrega: “Está claro que hay que mirar hacia adelante, reconstruir una vital unidad para restablecer una conducción creíble. El pasado con lo bueno debe ser la guía, lo malo será experiencia, sin rencores, asumir la crisis y no repetir errores. Pero un nuevo rumbo partidario se impone para rectificar la dirección que en esta última década desemboca en este complejo presente”.

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