Sobre los orígenes

Conmemorar de los 112 años de la localidad de Río Colorado, implica tal vez empezar a ser un poco más justos con su pasado.

 

La historia de esta ciudad del norte de Río Negro, hunde sus raíces mucho tiempo atrás, aún mucho tiempo antes de finalizar el siglo XIX, cuando los primeros y verdaderos pioneros en su sentido estricto, se animaron a cruzar las aguas turbulentas del Colorado, buscando nuevos horizontes en esta tierra de promisión, la Patagonia.

Es que luego del exterminio de las poblaciones originarias, la tierra pasó a engrosar el peculio de grandes terratenientes, quienes en su mayoría se dedicaron simplemente a arrendarla, venderla o prestarla a favor de quienes quisieran trabajarlas.

Luego fue surgiendo el pueblo de Buena Parada, a orillas del mismo caudaloso río, con las primeras instituciones y casas de adobe.

El origen de su denominación se pierde en el tiempo, aunque tal vez resulta esclarecedor saber que los salesianos consignan en sus registros, que el paraje empezó a ser conocido de esa forma por quienes lo transitaban desde tiempo atrás, y recibían la hospitalidad de una familia de negros allí afincados, llegados sin duda desde Carmen de Patagones, y que cerca de una laguna daban descanso reparador a los viajeros y sus animales.

En el año 1897 llega el ferrocarril y su promesa de futuro y progreso.

El pueblo va tomando una nueva fisonomía, y va a comenzar a crecer a expensas del ritmo de las locomotoras, en las calles cercanas a la Estación y en las tierras propiedad de los hermanos Burnichón, también terratenientes y verdaderos pioneros en muchos sentidos del progreso del pueblo.

Con el tiempo llegarán nuevos desafíos, como el surgimiento de sus colonias, con la construcción de los primeros canales de riego, sus bodegas, galpones de empaque y cooperativas.

Hoy, gracias a su rico pasado y al compromiso de muchos, Río Colorado sigue siendo una pequeña ciudad en donde el sacrificio de los pioneros sigue dando los frutos infinitos de su esfuerzo.

Pero es justo reconocer su historia, y saber también que la misma nace mucho antes de 1901.

Ese año el por entonces presidente de la República Julio Argentino Roca, emitía un decreto por el cual establecía que el pueblo de Buena Parada se constituía en cabeza del Departamento Adolfo Alsina, según se denominaba entonces.

Allí se ubica oficialmente el inicio de la historia de nuestro pueblo, y pretende que la misma hoy cumple 112 años.

Sin embargo, es justo decir que los documentos y actos oficiales otorgan algunas certezas, es verdad, pero en este reconocimiento no debe obviarse el aporte de la memoria colectiva, de personas como los recordados José Miguel y Eugenio Baladrón, pioneros en el rescate de la memoria, y que acordaban aclarar a todo el que quisiera escucharlos, que Río Colorado tenía un origen más antiguo que el que se conoce oficialmente.

La memoria nos obliga a buscar entre nuestras raíces la verdadera esencia de los hechos que fueron forjando la identidad, y que aún permanecen en nuestro ser, teniendo mucho más en cuenta para ello la idiosincrasia de la gente.

Y en esto, claro está, radica la historia de los pueblos.

Pues entonces, si los primeros que poblaron sus campos llegaron muchos años antes y esto está atestiguado; si el ferrocarril llegó a fines del siglo XIX; si muchas familias ven a sus abuelos trabajar desde mucho antes de finalizar el siglo XIX, justo será decir, que el 1901 sólo es un año más en la larga historia de un pueblo, que sin embargo es mucho más antiguo.

 

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