
(NOTI-RIO) La tarde de este miércoles, las sirenas de los Bomberos Voluntarios sonaron más fuerte que nunca. No era una emergencia. Era una celebración. Ulises Ruiz, de 9 años, regresó a su hogar después de más de un año de tratamiento contra un osteosarcoma en el Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez de Buenos Aires. Su vuelta movilizó a toda la comunidad.
De una caída en casa a un diagnóstico inesperado
La historia comenzó el 27 de marzo de 2023, cuando Ulises, entonces de 8 años, sufrió una caída en el baño de su casa que derivó en la fractura de su fémur derecho. Lo que parecía un accidente doméstico terminó revelando un diagnóstico mucho más grave: un osteosarcoma, un tumor maligno que había debilitado el hueso hasta romperlo.
El niño fue internado cinco días en el hospital local y luego trasladado al Hospital Penna de Bahía Blanca, donde permaneció otros cinco días para estudios más complejos. Posteriormente, a través del sistema de salud pública, fue derivado al Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, en Buenos Aires.
Desde su llegada, contó con la asistencia de la Casa de Río Negro, que cubrió medicación y brindó acompañamiento psicológico para él y su familia, además de asistencia social durante toda la estadía.
La lucha médica: operaciones, complicaciones y resiliencia
El 19 de abril de 2024, los médicos confirmaron el diagnóstico. Comenzó entonces un extenso tratamiento de quimioterapia y se le colocó un catéter para las aplicaciones. El 15 de julio del mismo año, Ulises fue sometido a una cirugía clave: la colocación de una endoprótesis para darle la posibilidad de volver a caminar.
Pero el camino no estuvo libre de obstáculos. Sufrió infecciones severas, la detección de metástasis en la tibia, limpiezas quirúrgicas y drenajes. Una influenza afectó sus pulmones, obligándolo a permanecer aislado y bajo oxígeno. Incluso atravesó una desarticulación de pierna para detener el avance de la enfermedad.
Pese a todo, la fuerza de voluntad del niño y la dedicación del equipo médico lograron estabilizar su salud. La noticia más esperada llegó: no había margen tumoral.
La comunidad, un pilar fundamental
Durante todo el proceso, Río Colorado y La Adela se movilizaron en apoyo a Ulises y su familia. Vecinos, instituciones, comerciantes y la Cámara de Comercio organizaron rifas, colectas y campañas en redes sociales para ayudar a cubrir gastos y sostener la estadía en Buenos Aires.
“Cada abrazo, cada palabra, cada aporte nos mantuvo de pie”, expresó su mamá, Barby Sanhueza, al recordar el apoyo recibido.
El regreso que emocionó a todos
La llegada de Ulises a Río Colorado fue un acontecimiento cargado de emoción. Vestido con un buzo azul y amarillo, los colores de Boca Juniors, su club favorito, recorrió la localidad sobre la autobomba de los Bomberos Voluntarios.
La primera parada fue la Plaza San Martín, donde lo recibieron con aplausos, bengalas azules, amarillas y blancas, y lágrimas de emoción. “En cada abrazo transmitía paz, como si dijera ‘lo logramos, estoy en casa’”, describió un vecino presente.
Desde allí, la caravana se dirigió a la Escuela Primaria Nº 91 de Villa Mitre, donde sus compañeros lo esperaban con pancartas, dibujos y cartas. Ulises, en su silla de ruedas, saludó uno por uno a quienes coreaban: “¡Bienvenido, Ulises!”.
Un hogar, una promesa cumplida
La caravana finalizó en su casa del barrio Villa Mitre, decorada con globos y carteles. Allí, su mamá le recordó la promesa que le había hecho: “¿Te acordás que te dije que te iba a traer de nuevo a casa?… viste que era verdad”.
Con una sonrisa y la mirada luminosa de un niño que sabe que venció la batalla más difícil, Ulises cruzó la puerta y fue directo a su habitación. Ese lugar que, durante meses, pareció inalcanzable, volvía a ser suyo.
Más que una historia de salud, una lección de vida
La historia de Ulises no es solo la de un niño que venció al cáncer. Es la historia de una comunidad que no dejó de creer, de una provincia que acompañó, y de un equipo médico que puso el corazón en cada paso.
Es la prueba de que, con fe, voluntad, ciencia y solidaridad, sí se puede salir adelante.



































